Sí al E.R.Fu.Bo.Ba.

En este, mi primer post, tenía la idea de plantear una problemática común a varios sectores sociales. Leyendo las actualizaciones de los muros de Facebook, Marbot dijo haber cumplido con su cuota de plomero de 2009. Ahí recordé que una vez impulsé una cruzada para que alguien regule el funcionamiento de los botones de la cisterna de los inodoros. Tuvo tan poco éxito que ni siquiera aprobé oratoria con este discurso, pero vale la pena compartirlo:

Diversos son los problemas que debe enfrentar hoy la sociedad. Unos más serios que otros: hambre, desnutrición, pobreza, inseguridad, violencia, accidentes… Problemas comunes que afectan al primer y al ter

cer mundo y que crecen día a día por la negligencia de los gobernantes.

Sin embargo, hay uno en el que nadie pone atención. Ni los medios de comunicación, ni la ciencia, ni los ingenieros… Nadie lo advierte pero está ahí a la vista de todos.

Se destaca por ser un problema que afecta a los países del tercer mundo, incluida la Argentina, y que inquieta a todas las clases sociales.

Es probable que llegara con la modernización. Tal vez más tarde, con los planes de vivienda impulsados por Perón, aunque en verdad nadie sabe específicamente su origen.

Quizás por la forma de ser que tenemos los argentinos -le hemos cambiado el significado a la palabra provisorio por el de “para siempre”- no nos hemos preocupado por encontrar una solución.

Tal vez parezca un problema tan superficial que nadie ha considerado prestarle atención pero que esta ahí creciendo silenciosamente a la par de la construcción y esperando que alguien quiera arreglarlo.

Quienes hemos tenido la posibilidad de visitar diferentes casas de clase alta, media y baja nos hemos encontrado con que al momento de entrar al baño el botón de la cisterna no funciona. No anda. Es decir, anda pero no de la forma en que debería porque le falta una parte para completar el sistema. En vez de apretar el botón, que brilla por su ausencia, tiene que meter la mano en el hueco que hay en la pared donde se acumula el agua y levantar directamente la palanca que sostiene la boya. También hay otro sistema en el que el inodoro viene acompañado por una “mochila” que tiene un botón o palanca, que puede estar arriba o al costado, pero que igualmente siempre se rompe, quedando el funcionamiento similar al del primero.

Algunas personas arreglan las cisternas infinidad de veces, otras se dan por vencidas y terminan por acostumbrarse al sistema más directo, eficiente y casi irrompible de levantar directamente la boya.

La impotencia que nos provoca ver el triunfo, en la mayoría de los baños, del botón de la cisterna roto nos lleva hoy a presentar un proyecto para que el Estado cree el Ente Regulador del Funcionamiento del Botón del Baño (E.R.Fu.Bo.Ba.) y también un centro de estudio para que científicos nacionales se ocupen de buscar una solución eficiente al asunto.

Porque este es un problema que afecta a todos los países del tercer mundo, pero que está ausente en los del primero.

Por otro lado, también se generarían nuevos puestos de trabajo, para aquellos plomeros que estén dispuestos a sumarse a esta iniciativa.

Es por eso que hoy, vecinos, bajo el lema de “Hasta la victoria, siempre”, les pido el apoyo y el compromiso para luchar por una Argentina libre de botones rotos.

Moraleja: nunca vayan a rendir un final de oratoria con un discurso similar