
Lo cierto es que mientras la leía me identificaba, ellos llegaron y para festejar desenfundaron un termo de agua caliente para compartir unos mates.
Muy lejos de allí y más de 2000 msnm abajo, un 31 de diciembre de 2008 dos amigos llegaban a la base del Volcán Lanín por la cara sur, luego de cuatro horas y algo más de caminata entre los bosques de ñire, lenga y pehuenes. Además de haber bebido de cuánto hilo de agua de deshielo se les cruzara. Última subida, 45 minutos, decía un cartel. No me acuerdo si fueron exactos (lo dudo).
La moraleja es: no importa cual sea la base, ni cuantos sean en el grupo. El ritual a la hora de admirar todo desde tan alto es el mismo: TOMAR MATE.
3 comentarios:
NOBLEZA OBLIGA:
Yo no quería cargar con el mate porque pensaba que era un peso extra.
FInalmente el mate como celebración es muy nuestro y fue bueno.
Estaba helado pero igual los tomamos.
Muy buen recuerdo.
"recordar es volver a pasar por el corazón" me dijo una vez Betina Scotto.
Si, definivamente, el mate es eso que nunca falta entre el equipaje. En la orilla de un rio, arriba de una montaña, frente al mar o caminando y descubriendo una gran ciudad, uno siempre se toma unos mates.
Qué bueno eso de "desenfundaronun termo de agua caliente"
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