Cuando para la pelota, giran los billetes


El mundial terminó y ahora hay que contar. No, no contar lo que ustedes piensan. Ya no importan los pases cortos bien entregados; o cuántas veces peteó al arco tal o cual delantero. Que importan ya el HD o las tomas en “slow motion” de la televisación mundialista. Ahora los “popes” de la FIFA empiezan a pensar en verde y a contar en miles de millones. Si después de todo ninguno de ellos brilló en una cancha, siempre estuvieron ocupando un lugar detrás del escritorio sentadas en el sillón grande de cuero.

- A ver, muchachos, (dice Blatter escupiéndose los dedos pulgar e índice) uno, dos, tres…mil millones de dólares.

Si, ya sé que lo deben contar con una maquinita. Pero para disfrutarlo más yo pienso que lo deben hacer a manos y con todos los billetes sobre la mesa. Si en fin, ellos piensan en el negocio al fin y al cabo son empresarios.

- Nada mal por 30 días de competencia y por ser la primera vez que venimos el continente más pobre del mundo (continúa el presidente de la FIFA) Les dejamos otros 3 mil millones a este país que homenajea a un ex presidiario. Apronten todo que ahora se vienen cuatro años de nada. Bah ¿alguien pensó en hacerse un traje de carnaval para ir a Brasil en 2014? (finalizó el conteo Joseph)

Otros que hicieron sus negocios fueron los alemanes. No, no los jugadores de la Selección, que consiguieron dejar “arafue” a Argentina por segundo mundial consecutivo. Si no los alemanes de Adidas que le ganaron el duelo a Nike en la final marketinera ¿alguién pensó que en la final lo único que importaba era el país vencedor? Las marcas de ropa también jugaron su final. Las verdaderas fichas de Nike estaban en Brasil, pero se les acabó temprano la fiesta. Adidas tenía más posibilidades: España, Argentina, Alemania, entre otros.

La “jabulani” en los primeros 6 partidos, más la “jobulani” en la final. Pelotas diseñadas por lo mejores ingenieros y testeadas con las exigentes, minuciosas y complejas pruebas en las instalaciones de la NASA. Qué linda la pelota, como pensaron en los colores y en el nombre para homenajear a los organizadores. Ojo, que sólo las pelotas del torneo fueron realizadas bajo rigurosos procesos de producción.

¿Cómo? Si, las “jabulanis” comerciales se confeccionan en otros lugares, donde la mano de obra es barata. Como por ejemplo Pakistán, donde existen las empresas que se dedican a la costura de pelotas y en las que Adidas terceriza este procesos. Es que allí el costo es muy barato. Un solo empleado puede coser una pelota en algo más de dos horas y media, un total de cinco pelotas en una jornada de doce horas, para ganar tres (3) euros. Sialkot es exactamente esta fábrica. Y así para todo, camisetas, gorritos, banderas y si, hasta las vuvuzelas.

Si al fin y al acabo el mundial también se juega desde otros lugares.

3 comentarios:

Chuli! dijo...

Mucha pena, mi querido Manu... pero te advierto que el Mundial (o los mundiales desde un tiempo hasta esta parte, no aquellos tiempos que decía la canción: "eran otros tiempos, era otra la historia, no había medallas sólo hambre de gloria") siempre se empezó a jugar, y se jugó verdaderamente en esos lugares que no son la cancha.

Aunque, demostraciones futbolísticas como las de España en el último certamen demuestren (o nos quieran hacer creer) lo contrario :)

Salut! Buenos post sobre fútbol, acá y en facebook con los festejos yoruguas...

Manu dijo...

jaja... gracias, Chula por pasarte siempre y dejar el comentario!.

Chuli! dijo...

:)

Pero ché, está demás decir eso!